miércoles, 21 de octubre de 2009

Sería un placer

Si no pensases en mí
como desconocida
que ansías conocer;
sin magia,
cotidiano,
como una máquina
o
una cajera de supermercado…
Sentirías nostalgia de
no llamar a la puerta de la decepción.
Entonces,
sería un placer verte morir las letras,
abrir la ventana y dejar que, como el aire viciado
que apesadumbra una estancia, tu creatividad se esfumase.
Sin genio,
desde tu patético palco subterráneo,
sencillo y llano;
envidiarías la calma de saberse atormentado.

[Serías feliz; humano.
Serías de todo
y de nada,
serías uno más].

jueves, 1 de octubre de 2009

mi tiempo

Sobre tus vestigios;
me he creado nuevos dioses.

La vida, por sí sola (o por mí misma), me ha emparedado los recuerdos. Pero hoy caí; tengo el cielo dividido. Me tambaleo entre lo que fue y lo poco que me importa hoy lo que pudo haber sido. A veces, me da por rendirme. Dejo a un lado cavilaciones que no llevan a nada, nada que sea útil en lo diario, nada que muestre mi ego a otras gentes que pasan de largo, que no saben que mientras ellos duermen, yo escribo sobre lo mucho y lo poco que me importa el mundo de lo (no)sensible, agónico y sutil. Mi maquillaje no habla de mi juicio. Los zapatos que combiné hoy con el bolso marrón, que compré el otro día porque andaba desacompasada en el ámbito de lo estético, no lloran ideas. Pero hoy, a solas (por fin), puedo reírme un poco de mí misma. Te he recordado entre rutinas que poco entienden de horarios, me ha venido a la mente la propia estupidez de las manos que deseaban tocarte. En cierta manera te me antojas patético; cobardísimo. Eres un recuerdo penoso de autocrítica. Pienso en la razón de las palabras que mi madre solía decirme, que busco idealizaciones propias en personas ajenas (pero quién no). Creo que pretende que viva de mí misma, debe pensar que me basto con las mil personalidades que en un día puedo albergar. Personalidades que por supuesto sólo yo conozco. Lo atractivo del asunto es la existencia de tipos lo suficientemente egocéntricos como para aceptarse a sí mismos como ideales, sueños o fantasmas. No juzgo a los tipos así, creo que yo misma me las doy de interesante, a veces.
Pero a todo esto…
Cómo te quise.
Y cómo me sigo queriendo a pesar de ello.