viernes, 4 de diciembre de 2009

Piedras y flores

A ti, que no me conoces ni un poquito.

Soy la diosa del despropósito. Mi emblema es la duda; poseo el poco misterio que tiene alguien que no aspira a nada, sólo a preguntar, de vez en cuando esperando una respuesta que digne mi curiosidad. Como temas de conversación te puedo ofrecer la réplica de lo que me hayas dicho, siempre transformado, puedo darle vueltas… Escupir metáforas y parecer que ha sido idea mía, tampoco se trata de que creas que soy muda o un poco más estúpida que tú. Me da que contigo es mejor no inventar nuevos temas de conversación que puedan complicar tu existencia e inducirte a pensar.
No siempre tendrás razón, no se puede ocultar toda una personalidad nacida para joder y desconcertar al prójimo. No siempre seré simplemente amable, no siempre tendré ganas de follar. A segundos te tendré estima, a horas te aborreceré. Si me proporcionaras un orgasmo puede que hasta te quisiera, pero nunca se hada dado el caso de lo primero, de lo segundo creo que sí pero últimamente me muestro más escéptica al respecto. Si te me antojas valiente puede que hasta un día te diga algo parecido a esto, siempre con las ventanas cerradas, para que no saltes, para que no me tires a mí tampoco

sábado, 21 de noviembre de 2009

He.

Este va para todos aquéllos que han.

Con los dedos temblorosos de intenciones, me he trabado el destino adjudicándome cruces por el camino.

He.

He escrito tantas cartas de despedida…
Se me han ido los amores y
han regresado al primer quejido,
al primer ápice de ausencia.

He visto el vaso medio vacío
y el océano si se ha terciado,
el mundo no ha tenido ninguna gracia
si era necesario para mi desdicha.

He jugado miles de roles,
sin partida real, sin objetivos.
Me he vestido de arañazos invisibles:
He hecho chirriar la pluma de los poetas;
me he restado un latido de más
por un sufrimiento de menos.

He divagado por eso de divagar,
he fumado por eso de fumar,
he bebido para olvidar.
He sido lo que por defecto debía ser.

He perdido el norte para encontrar un ideal,
se me ha ido la cabeza porque era mi papel,
me he reencontrado y he vuelto a empezar.

Y lo que tengo hoy, gracias a mi camino trabado, es un mapa repleto de cruces con las que me sería trágicamente imposible volver a tropezar.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Desalmada

Me extingo medio descosida;
dilapidando ideas y cerrando puertas,
sin inocencia entre costillas,
aparcada de todo, envejecida;
siendo inmutabilidad fija.

Me sello los labios con dedos pálidos,
no hay palabras en toda yo, no hay nada,
ni prisas, ni ganas;
sólo porcelana fría.

Y el mármol opaco del iris…
Mi caricia se queja;
cansada, yerta.
Vomito bilis por ausencia de alma.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Twisted-Sick


Foto por L.Walser


Hay más muertos en las calles que en las tumbas. Y si nos alejamos de mierdas
metafísicas, que sólo calientan la mente y no el futuro, si nos basamos en datos, en nuestra historia; siempre habrá más muertos que vivos. Y si los vivos para mí están, al menos hoy; más putrefactos que frescos… Entonces, querido Watson, ya me dirás tú; ¿Para quién coño amanece?

Me sobra demasiada gente, si ya es más de ninguna.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Sería un placer

Si no pensases en mí
como desconocida
que ansías conocer;
sin magia,
cotidiano,
como una máquina
o
una cajera de supermercado…
Sentirías nostalgia de
no llamar a la puerta de la decepción.
Entonces,
sería un placer verte morir las letras,
abrir la ventana y dejar que, como el aire viciado
que apesadumbra una estancia, tu creatividad se esfumase.
Sin genio,
desde tu patético palco subterráneo,
sencillo y llano;
envidiarías la calma de saberse atormentado.

[Serías feliz; humano.
Serías de todo
y de nada,
serías uno más].

jueves, 1 de octubre de 2009

mi tiempo

Sobre tus vestigios;
me he creado nuevos dioses.

La vida, por sí sola (o por mí misma), me ha emparedado los recuerdos. Pero hoy caí; tengo el cielo dividido. Me tambaleo entre lo que fue y lo poco que me importa hoy lo que pudo haber sido. A veces, me da por rendirme. Dejo a un lado cavilaciones que no llevan a nada, nada que sea útil en lo diario, nada que muestre mi ego a otras gentes que pasan de largo, que no saben que mientras ellos duermen, yo escribo sobre lo mucho y lo poco que me importa el mundo de lo (no)sensible, agónico y sutil. Mi maquillaje no habla de mi juicio. Los zapatos que combiné hoy con el bolso marrón, que compré el otro día porque andaba desacompasada en el ámbito de lo estético, no lloran ideas. Pero hoy, a solas (por fin), puedo reírme un poco de mí misma. Te he recordado entre rutinas que poco entienden de horarios, me ha venido a la mente la propia estupidez de las manos que deseaban tocarte. En cierta manera te me antojas patético; cobardísimo. Eres un recuerdo penoso de autocrítica. Pienso en la razón de las palabras que mi madre solía decirme, que busco idealizaciones propias en personas ajenas (pero quién no). Creo que pretende que viva de mí misma, debe pensar que me basto con las mil personalidades que en un día puedo albergar. Personalidades que por supuesto sólo yo conozco. Lo atractivo del asunto es la existencia de tipos lo suficientemente egocéntricos como para aceptarse a sí mismos como ideales, sueños o fantasmas. No juzgo a los tipos así, creo que yo misma me las doy de interesante, a veces.
Pero a todo esto…
Cómo te quise.
Y cómo me sigo queriendo a pesar de ello.