No hay gillotinas sin condenados,
no hay fármacos sin enfermos,
no hay secta sin adeptos,
no hay guerra sin soldados.
Pero sí hay ríos de sangre bajo pavimentos de oro.
Próxima visita: el Vaticano.
miércoles, 17 de marzo de 2010
Suscribirse a:
Entradas (Atom)