Ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos.
El tipo era como una aparición, cuando habló el tiempo se detuvo y su voz, ronca y tranquila, como si no la hubiese utilizado en mucho tiempo, por fin dijo:
- La decepción, a veces, puede parecer que no tiene límite.
El ciudadano de a pie, muy risueño él, contestó velozmente:
- La amistad tampoco, en ocasiones, parece tener límite. Eso no justifica que deba perdonar. El dolor puede estar implicado en cualquier tipo de relación entre amigos, cierto. Cuando yo firmé no pensé que me sangrara la herida del puñal que fue impulsado por su mano. Pensé más bien en cuidarnos de dolores causados por puñales ajenos.
- Eso no es amistad. Huye y sigue buscando- dijo el tipo, sereno.
- Tal vez no lo sea. Pero el que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Le perdonaré, no se firmará con dos palabras, ni si quiera con un apretón de manos. Lo firmará el tiempo, es más sabio que yo.
Y el aparecido se fue como había llegado, decepcionado, con el corazón muy grande y la agenda telefónica muy pequeña. Con nadie con quien probar su gran moral. Con su espejo, espejito… Con su espejito-especula.
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Cuando tenia 16 años ... conocí a un enemigo, de esos que sin mediar palabra, solo con la mirada ya sabes que va a empezar la segunda guerra mundial … fue una relación incomoda, porque compartíamos actividades y nos teníamos que ver por así decirlo. Lo fui conociendo con el tiempo y muchas de sus ideas me asqueaban … y lo siguen haciendo, ya hace mucho que no le veo, pero en nuestra convivencia, empiezas a ver mas alla de lo que uno te deja ver … llego a haber una progresiva tolerancia… que si bien, lo llegue a considerar amigo.
ResponderEliminarLuego hubo otro que fue todo lo contrario, siempre con su sonrisita de oreja a oreja, desde el primer día, parecía el amigo perfecto hasta el día que nos dimos cuenta unos cuantos compañeros que nos sinceramos y que era de los que se desahogaba con un tercero para echar mierdas de ti …
Eso fue hace tiempo, y como de lo que se habla es de eso precisamente, del tiempo que pone las cosas en su sitio y te hace ver y comprender a la gente, ese continuo proceso de abrirte o encogerte por tus experiencias, de asociar comportamientos ya vividos y esas formulas matemáticas de amistad … y luego te das cuenta que tus formulas no tienen porque ser compatibles con los demás … espejito especula
La amistad es como el amor libre. Pero en ninguno de los dos caben puñales. El tiempo no cura las heridas, aleja a los que hieren.
ResponderEliminarCreo que el aparecido de corazón grande y agenda vacía es muy bondadoso, por lo tanto muy exigente. Para no morir de pena habrá de vivir de encuentros espontáneos y no de amistades.
Sí, me gusta.
Hay que saber odiar a los amigos con medida si te importan de verdad como tales
ResponderEliminarEstas últimas entradas tuyas en narravita me gustan mucho.
ResponderEliminarYo soy de la opinión convencida de que un BUEN AMIGO se forja despues de ser un BUEN ENEMIGO, este ha sido mi caso y mi experiencia. Pero para eso hace falta compromiso y TIEMPOO TIEMPO TIEMPO TIEMPO TIEMPO.
ResponderEliminarA LAS BUENAS Y A LAS MADURAS (o como se diga) me gusta conocer a la gente en su facción mas hija de putilla pero que no sea conmigo eh! Eso no amigo, eso NO